Tortuga Sulcata: características y cuidados de la especie africana

La tortuga sulcata (Geochelone sulcata), también conocida como tortuga de espolones africana, es una de las mayores especies terrestres del mundo.

Se caracteriza por tener un caparazón marrón y amarillo, una piel gruesa de color marrón amarillento y patas recubiertas de escamas.

Esta especie es originaria de regiones áridas y semiáridas de África y se adapta a todo tipo de condiciones. De ahí su popularidad como tortuga doméstica.

A pesar de ello debes tener una serie de características y cuidados en cuenta para garantizar su correcto desarrollo. Si puedes mantenerlas sanas y felices pueden ser mascotas muy curiosas y mimosas.

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Descripción de la especie

  • Nombres comunes: Tortuga Sulcata, tortuga de espolones africana
  • Nombre científico: Geochelone sulcata
  • Tamaño adulto: 61 a 76 cm de longitud
  • Peso: 36 a 50 kg
  • Esperanza de vida: 70 años o más

Comportamiento de la tortuga sulcata

Las tortugas sulcata son tranquilas como la mayoría de especies de tortugas, y son grandes y lentas.

También tienden a ser criaturas curiosas, a veces en su detrimento. Pueden atascarse fácilmente en espacios demasiado pequeños para ellas, así como volcarse y ser incapaces de enderezarse.

Como mascotas, estas tortugas suelen ser agradables y dóciles. Rara vez son agresivas o territoriales.

Sin embargo, no deben ser manipuladas muy a menudo, especialmente cuando son más jóvenes y frágiles.

Una manipulación excesiva puede estresar a una tortuga y provocar problemas de salud o incluso su muerte prematura.

Alojamiento de la tortuga sulcata

Si quieres tener una tortuga sulcata en casa idealmente deberías disponer de jardín para ofrecerles un recinto exterior adecuado a sus necesidades.

Este recinto debe ser espacioso, con una valla resistente de 60 cm de altura y que se extienda por debajo del suelo 30 cm.

Las tortugas sulcatas son grandes excavadoras y de esta forma puedes evitar que la puedan atacar otros animales o escapen.

Puedes crear un refugio con techo para protegerlas de los elementos. Y si encima añades una zona con barro se van a sentir como en su hábitat natural.

Si vives en un piso o apartamento no te recomiendo tener una tortuga sulcata por los siguientes motivos:

  1. Tu tortuguita no se va a sentir cómoda por falta de espacio
  2. No es práctico para ti por una cuestión logística

Otro punto a tener en cuenta es el clima de tu zona. Las tortugas sulcatas son originarias de África y por lo tanto necesitan un espacio cálido.

Si finalmente decides tener una tortuga sulcata en un espacio interior (algo que yo no te recomiendo) asegúrate que tenga un sitio con calefacción.

Temperatura ideal de la Sulcata

Las tortugas sulcata necesitan temperaturas cálidas para mantenerse sanas y activas.

Pueden soportar temperaturas máximas de 37º C o más, siempre que tengan acceso a un lugar con sombra donde puedan ir si necesitan refrescarse.

Si la temperatura nocturna cae por debajo de los 10º C necesitarán algo de calor suplementario.

El recinto de la tortuga debería tener una temperatura de entre 27º C y 32º C. Puedes usar una lámpara de calor o mantas eléctricas para tortugas.

Por la noche la temperatura ideal sería de entre 16º C y 27º C. Si tu tortuga pasa demasiado frío podría dejar de comer y tener más probabilidades de enfermar.

Iluminación

Las tortugas sulcatas no necesitan ninguna luz especial más allá del sol. Si vas a tener a tu tortuga en el jardín no tienes que preocuparte por este punto.

Si va a estar en un recinto de interior será imprescindible disponer de luz UVA / UVB para reptiles, que ayuda a desarrollar sus huesos y evitar enfermedades.

Asegúrate de colocar los focos a la distancia adecuada para conseguir los máximos beneficios y lee con detenimiento las instrucciones del fabricante.

Humedad

Las tortugas Sulcata prefieren un nivel de humedad de entre el 40 % y el 55 %.

El exceso de humedad puede provocar infecciones por hongos y otros problemas de salud que es mejor evitar.

Una forma fácil de aumentar la humedad es rociar ligeramente su recinto un par de veces al día. Así ofreces las condiciones óptimas incluso en interiores.

Alimentación y agua

Las tortugas Sulcata son especies herbívoras que necesitan una dieta alta en fibra y baja en proteínas.

Puedes alimentarlas con hierbas y heno (deberían constituir el 75% de su dieta) y complementarlas con dientes de león, trébol, escarola y cactus.

También puedes darle pequeñas cantidades de verduras de hoja verde. Evita las espinacas, las hojas de mostaza y remolacha, la col rizada, el brócoli y la coliflor.

Como mínimo deberías darle una ensalada con verduras de hoja verde y hortalizas de forma diaria o cada 2 días.

Si tienes dudas consulta con tu veterinario para asegurarte de que sigue una dieta sana y variada en función de su edad, tamaño y estado de salud.

Puedes complementar su dieta con polvos de calcio y vitamina D3 un par de veces a la semana (o lo que indique el prospecto).

No les des de comer frutas, animales vivos o piensos comerciales a menos que te lo indique un veterinario.

Se suelen hidratar mucho a través de los alimentos, pero es vital que dispongan de un plato o cuenco con agua poco profundo para refrescarse todos los días.

Problemas comunes de salud y comportamiento

Como muchos reptiles, las tortugas sulcata son propensas a las infecciones respiratorias, sobre todo si se mantienen en ambientes demasiado húmedos.

Al igual que otras tortugas pueden tener problemas en la zona del caparazón. Esto suele ser causado por una infección fúngica y provoca un caparazón escamoso y seco.

La enfermedad metabólica de los huesos es otra enfermedad grave entre las tortugas y otros reptiles. Cuando la relación entre el fósforo y el calcio del animal está desequilibrada, puede producirse un ablandamiento y debilitamiento de sus huesos. Esta enfermedad puede causar deformidades y finalmente la muerte si no se trata adecuadamente.

Todas estas enfermedades son tratables por un veterinario especializado en reptiles si se detectan a tiempo.

No intentes tratar a tu tortuga con remedios caseros a menos que te lo recomiende el veterinario.

Cómo elegir tu tortuga sulcata

A la hora de elegir una tortuga sulcata lo mejor es consultar con un criador especializado que disponga de todos los documentos oficiales.

Debido a la longevidad de esta especie es vital que te informes de todos y cada unos de los cuidados que necesita con un especialista.

El precio medio de una tortuga sulcata joven es de 60 € (incluye la documentación legal que te debe facilitar el criador).

Si hablamos de una sulcata adulta este precio puede oscilar entre 500 y 1000 €,

Para asegurarte de que la tortuga goce de buena salud fíjate que tenga los ojos claros y el caparazón liso. Y a ser posible pide que te muestren como come.

A las tortugas sulcatas les encanta comer y esto es muy buena señal de que se encuentran sanas.

Además de buscar la tortuga ideal también tienes que pensar si dispones de las condiciones necesarias para cuidar de este precioso animal.

Las sulcatas son especies grandes y longevas, así que por favor no tomes la decisión a la ligera.

Si en el futuro ya no puedes cuidar de tu tortuga asegúrate de tener un plan B para dársela a alguien que pueda hacerlo.